sábado, 7 de enero de 2012


También 1590 fue una época de crisis para la corona Española, el imperio de Felipe II empezaba a desmoronarse, el patriotismo y la lucha contra los Ingleses, después que fuera derrotada la armada Invencible, hizo que los jóvenes  Gallegos, cuna de marineros, se enrolaran en busca de aventuras contra los piratas.
Los hijos de Maria de Nodal no quedaron atrás, Gonzalo y Bartolomé  que habían sido instruidos en las matemáticas, náutica y astronomía, que tienen que ver con la navegación,  cuando entraron al servicio de la armada real de Felipe III, como aventureros sin sueldo en la escuadra del  capitán Don Álvaro de Bazán. (Marques de la Santa Cruz), Bartolomé tenia 16 años y Gonzalo apenas 12 años, poco era el tiempo de juegos para esos jóvenes.
Era una época de descubrimientos, cada día se abrian nuevos horizontes, tanto en el plano de las ciencias como en el de la geografía, astronomía…… 


                            El  Arrabal de la Moureira


......En la desembocadura del Lérez se asentaba el barrio marinero de La Moureira, con su muelle de Las Corbaceiras, Hoy son sólo un recuerdo sus casas de planta baja, con fachada en forma de mitra, originada por la inclinación de sus tejados.

Las ordenanzas de la villa, de mediados del siglo XVI, impedían la residencia en La Moureira a quienes no fueran trabajadores del mar.
Los  Nodal eran gentes de mar. 
Tuvimos algunos problemas para dar con el lugar que en un tiempo fue su hogar, la casa pertenecía a la parroquia de Santa Maria, y estaba en la entrada de la calle que llevaba al muelle de las Corbaceiras, al final del campo de San Roque, Bartolome intentaba ubicarse, miraba el cielo, caminaba un poco, se detenia, otra vez atrás, no tenia demasiadas referencias que le sirvieran, buscaba las torres de la Parroquia de Santa Maria la Mayor, fundada por el poderoso gremio de Mareantes do Corpo Santo, la parroquia dominaba el barrio marinero y la bahía de Pontevedra, de pronto se detuvo en seco mirando hacia arriba, le seguí la mirada, delante nuestro había una placa conmemorativa.


                                  
Cuando empezamos este viaje dejo muy claro que seria el quien lo guiaría, como en otros tiempos, descubrir su pasado el el presente era todo un reto, y jamas hubo nada que le atrajera mas. 
La imagen en acuarela de la calle de los Nodales era de 1880, la 
había encontrado durante mis tomas de datos por internet, no se la enseñe en un principio porque por supuesto no servia para ubicarnos, pero ahora que el miraba la placa y la calle de arriba abajo, pensé que la acuarela se parecería mas al estilo de su época que los edificios actuales, abrí la carpeta, saque la acuarela y se la mostré, creo que el resultado fue positivo, la estuvo contemplando durante un rato, después miro la placa y la cúspide de la parroquia de Santa Maria, imagine que estaba tratando de 
fusionar sus recuerdos con la realidad.
Ahora era yo la que miraba para todos lados buscando un sitio donde descansar de tanta caminata sin rumbo y tomarme un café, la calle era estrecha de una sola vía,  pareciera que habían construido las casas con los mismos linderos, no era una calle con demasiados comercios,  ni cafeterias, pero al fin un lugar donde sentarme. 



Pedí un café al camarero, mire la calle me puse a imaginar la calle de esa época.
Ya era casi mediodía, quedaban un par de horas para la cita con mi primo, por la mañana habíamos planeado ir a ver la tumba de sus padres, así que el próximo paso era ir a la parroquia de Santa Maria la Mayor, fue construida en  la primera mitad del siglo XVI, precisamente en el lugar que antaño ocupara la iglesia románica de Santa Maria la Antigua, y como es lógico había sufrido muchas reformas, parece que en alguna de ellas desapareció la lapida donde ponía sus nombres, espero que no le moleste demasiado.
Pague mi café y cruce la calle en busca de Bartolome, el como siempre adelantándose  a mi pensamiento ya estaba caminando calle arriba hacia la parroquia, cogimos la calle de la Alameda, era una avenida ancha con bastante trafico, pero Bartolome ya tenia el rumbo fijado en las torres.




La basílica es de estilo gótico renacentista, construida según los planos de Juan de los Cuetos y Diego Gipor, por encargo del Gremio de Mareantes, su hermosa fachada a manera de un gran retablo de piedra, es una de las joyas de la arquitectura plateresca gallega.
Estábamos en la capilla del Espíritu Santo, cuando nos llego la voz del guía de un grupo de estudiantes, ........ lo mejor de este altar es la pequeña talla de nuestra señora con el niño sentada sobre el arca de Noe..........  
Se fueron acercando en grupos para ver la talla , el profesor que se iba alejando seguía con su narración ........ y en el pilar inmediato a la Capilla Mayor fue emplazada una lapida, desaparecida en reformas del enlosado del templo con la inscripción de "S. Amaro de Montemean i de Maria de Nodal su mujer" padres de los hermanos Bartolome y Gonzalo Garcia de Nodal............ poco a poco el bullicio de los chicos se fue alejando, Bartolome estuvo atento al oír el nombre de sus padres, y se dirigió al lugar que había señalado el profesor.
En su testamento, me dijo, otorgado en Pontevedra el 14 de Diciembre de 1599, habia expresado su voluntad de ser enterrado junto a sus padres, cosa que no habia sido posible por las circunstancias de su muerte.





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